martes, 17 de julio de 2012

Agnóstico diagnostico.



No crees en Dios, pero si crees; crees en la lotería del Niño, en el bingo del domingo, en la tarjeta de descuento del Carrefour y en esos pequeños Déjà vus incandescentes, los del sábado, con algún tequila de más.
Eso sí –porque no te encuentras- te has apuntado a una secta, aunque tu lo llamas religión y la verdad es que aquellos extraños enanos con túnicas no tenían nada que llamara la atención, excepto la piel pintada de verde y un ojo de cabra pegado al cogote.
“Buenas tardes hermano, somos los Raelianos, creemos en los líderes, seres científicamente superiores, extraterrestres, ellos crearon la Tierra, a todos nosotros, y a los que nos rodean, mediante ingeniería genética, y tienen ovnipuertos colocados por toda esta, nuestra casa, porque muy pronto nuestros padres, vendrán a recogernos.
Creemos en la rencarnación, en la clonación y en la lucha contra la violencia, ¡Anímate hermano!”

Pero el pequeñín no te convenció, y tampoco te convenció su página web en internet, con la galería de fotos de alguna que otra Exprés tuneada y con una luz celestial, o una con algún enano vestido con un traje de marciano marcado con un cigarrillo.
Sin embargo te convencía el “hoy no me encuentro”, al igual que te trato de convencer la camarera del “Motel Concha”, o quizás fue el absenta.
Y es que siempre has sido muy testarudo, y no te convencen, ni para creer ni para no creer, y es que para creer hace falta ser creído.
Hay mucha gente que no cree en nada, pero que tiene miedo de todo.
Vomítame, vomítate, vomítanos y amén. 

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